En 1977 los presidentes de México y España, José Portillo y Adolfo Suárez, decidieron restablecer las relaciones diplomáticas. Es desde aquel momento en que el aumento en el flujo e intercambio comercial y de transporte de mercancías entre ambos países ha crecido más de 50 veces.
A día de hoy, España es el segundo inversor en México, solamente por detrás de Estados Unidos, y podemos afirmar que las empresas españolas generan más de 300.000 empleos para el talento mexicano con más de 6.000 compañías en el territorio.
Además de ser mercados atractivos por sí mismos, tanto México como España países son puentes que facilitan el acceso a otras regiones internacionales. En el caso de España, el país es reconocido como punto de entrada para México a la Unión Europea y, por otro lado, México supone para España un habilitador de ingreso hacia Latinoamérica y, en ocasiones también, hacia el potente mercado del norte, Estados Unidos.
Oportunidades de negocio
Para los españoles, México es percibido más como una vía de acceso hacia América Latina que como un país o eje de introducción hacia toda América, incluyendo Los Estados Unidos y Canadá.
Por este motivo, los negocios españoles podrían abordar el análisis de esta oportunidad comercial de manera sistemática, tratando de obtener los mayores beneficios de la estrecha vinculación económica y comercial de México con sus dos vecinos del norte, Estados Unidos y Canadá a partir de su pertenencia al Tratado México-Estados Unidos-Canadá (TLCAN).
A lo largo de toda la relación bilateral entre México y España, la Inversión Extranjera Directa española en el país latinoamericano se ha concentrado, principalmente en los sectores financiero, de telecomunicaciones, de infraestructura y de servicios culturales. Recientemente, España se ha convertido en el primer inversor del sector energético y el segundo en el sector bancario y financiero.
Importaciones y exportaciones: principales intercambios comerciales
Si nos fijamos en el transporte de mercancías a México, las principales exportaciones de España son aerogeneradores, vehículos, productos de pesca, gasolina, libros y otros productos culturales, gas natural y aceitunas. En cambio, los principales productos de exportación mexicana son petróleo, ácido tereftálico (para producción de plástico), atún de aleta amarilla, minerales y óxido de cinc, partes para motores, motores de émbolo y computadores.
La relación comercial hispano mexicana se sustenta principalmente en el intercambio de materias primas como hidrocarburos y combustibles, así como alimentos. Si bien es cierto que en el aspecto económico la Inversión Extranjera Directa posee un papel muy importante, se prevé la existencia de un margen relevante para el aumento del transporte de mercancías y de importaciones y exportaciones entre ambos países, pese a la gran influencia y peso que los Estados Unidos tienen en lo que respecta al comercio exterior de México.
Según apuntan los expertos, si nos fijamos en las relaciones entre España y México, estas atraviesan uno de sus mejores momentos. De todos modos, y pese a los números optimistas que se ofrecen en este análisis, actualmente sigue existiendo un amplio margen de crecimiento. Para conseguirlo es necesario un fuerte compromiso de ambas sociedades, fortaleciendo los lazos existentes y adoptando nuevos proyectos que permitan afrontar el futuro con más certeza.
En este sentido, sector privado juega un papel fundamental para garantizar el aprovechamiento de las oportunidades actuales y potenciales, así como el aceleramiento de la presencia de pymes de un país en el otro, el blindaje del comercio bilateral, el impulso de los mecanismos de cooperación triangular o la materialización de los acuerdos bilaterales que permitirán una mayor presencia de ambos países en otras regiones del mundo.