
El pasado 9 de junio Argelia anunció la suspensión inmediata del Tratado de amistad, buena vecindad y cooperación suscrito con España.
Este tratado, firmado en común hace 20 años, consiste en una hoja de ruta o guía sobre las relaciones bilaterales comerciales y otros asuntos estratégicos como los flujos migratorios.
Además, cabe destacar, que la Asociación Profesional de Bancos y Establecimientos Financieros del país también anunció la congelación de las transacciones bancarias que hacen posible el comercio con España. Esto supuso la suspensión de todas sus operaciones relacionadas con el comercio español.
Sin embargo, el rápido mensaje de respaldo de Bruselas a España provocó la reacción de la embajada de Argelia ante la Unión Europea. El país norteafricano niega que entre las consecuencias de la ruptura del Tratado se encuentre la congelación del comercio con España.
De hecho, las autoridades argelinas indican que dicha ruptura se debe principalmente a un “desacuerdo político”. Por lo tanto, se desvincula de los compromisos e intereses comerciales.
El país magrebí también insiste en su compromiso de garantizar el suministro de gas.
¿Qué consecuencias podría tener la suspensión del tratado?
En primer lugar, la suspensión del tratado afectaría directamente a la detención de relaciones comerciales entre España y Argelia, que influye, de gran manera, al sector del transporte de mercancías.
Esto supondría una detención de todas las importaciones y exportaciones que estaban en curso entre ambos países, además de la suspensión de las salidas planeadas programadas.
No obstante, tras la respuesta de la embajada de Argelia ante la Unión Europea, la ministra Teresa Ribera envía un mensaje de tranquilidad sobre el comercio entre ambos países.
Por el momento, todavía no se han retomado las operaciones comerciales entre España y Argelia. Por este motivo, desde Ibercóndor nos vemos obligados a detener las importaciones y exportaciones entre ambos países hasta previo aviso.