Los créditos documentarios son una de las figuras emblemáticas del comercio internacional. En este post, nos centraremos en los costes bancarios que debería comportar la tramitación de un crédito documentario, un capitulo tan importante en el comercio exterior como la experiencia o la fuerza de ventas.
Exportadores e importadores tenemos un deseo común cuando realizamos alguna operación comercial: que no se encarezca. Y no solo por el coste en sí, sino también por la oportunidad comercial que podemos perder si nuestro precio final no es competitivo. La primera tentación suele ser repercutir al precio de las mercancías el coste financiero del crédito documentario. Sin embargo, esta decisión no es aconsejable ni en función de nuestra competencia ni del grado de información que tenga el importador.
Nuestro afán por reducir los costes nos suele llevar a elegir un medio de pago simple, rápido y barato como la transferencia para saldar nuestros contratos de compraventa. Algunas veces, sin embargo, no es posible recurrir a esta figura. Ni los exportadores ni los importadores nos podemos arriesgar a cerrar una compraventa con una transferencia si nos encontramos antes un primer contacto comercial o si la operación comercial es de un volumen económico importante.
¿Cuánto pagaremos por un crédito documentario?
Los créditos documentarios tienen un importante coste bancario, lo que provoca que muchos importadores y exportadores los eviten a menos que sean imprescindibles
No obstante, el crédito documentario deviene una figura clave en el comercio internacional. Se trata de una herramienta que nos tranquiliza a unos y a otros. A los exportadores porque nos aseguramos el cobro de la operación. Y a los importadores porque se aseguran la recepción de la mercancía. Eso sí, la seguridad tiene un precio, y no precisamente barato, lo que provoca que muchos importadores y exportadores eviten la constitución de un crédito documentario si no es del todo necesaria.
Los gastos y comisiones de los créditos documentarios se especifican claramente en los correspondientes documentos contractuales. Los créditos documentarios de importación, por ejemplo, tiene comisiones por un buen número de factores:
- Emisión del crédito irrevocable (%)
- Modificación (importe fijo)
- Irrevocabilidad (% trimestral no prorrateable)
- Pago diferido (% trimestral prorrateable)
- Gastos de correo y comunicaciones (importe fijos – SWIFT)
- Cambio de divisa (si la operación no es en euros)
El catálogo de comisiones de los créditos documentarios por exportación es aún más amplio:
- Preaviso (importe fijo . No siempre existe)
- Aviso o notificación (%)
- Negociación de crédito (% revisión documental y envío de la documentación)
- Confirmación (% variable en función de la prima de riesgo banco/país)
- Modificación (importe fijo)
- Cobro diferido (% trimestral prorrateable)
- Transferibilidad (% solo si el Crédito es transferible)
- Cancelación (% no suele cobrarse excepto si el crédito no se utiliza)
- Gastos de correo y comunicaciones (importe fijos -SWIFT
- Discrepancias (Es una comisión del Banco Emisor por presentación con discrepancias. En el propio condicionado se reflejara el importe a deducir del pago final, si existe).
Los gastos financieros, sin embargo, no se acaban aquí. También nos podemos encontrar que tenemos que abonar gastos de pre-financiación, post-financiación, compra sin recurso del crédito o forfaiting. El volumen de estos costes financieros dependen de muchas variables, entre las que podemos destacar nuestra capacidad de negociación, nuestro tamaño y nuestra solvencia, nuestra experiencia en comercio internacional, el volumen de la operación para la que pedimos el crédito documentario o el riesgo país y político del país del comprador, entre otros.
La principal ventaja de los créditos documentarios
La figura de los créditos documentarios es la mejor garantía para cerrar con éxito y ganancias una operación de transporte de mercancías en el comercio internacional.
Sin embargo, un crédito documentario bien negociado nunca nos debería suponer un coste superior al 1% del importe total del propio crédito. Para mantener a raya los gastos es imprescindible que tengamos un buen conocimiento de la figura del crédito documentario. De esta manera podremos negociar los gastos y comisiones con la entidad bancaria para llegar, por ejemplo, a un forfait porcentual de comisión única.
Si ya es difícil vender, lo peor que nos podría pasar es que una mala gestión del crédito documentario puede hacer que no tengamos ninguna ganancia y dar al traste con el margen de la operación.
Ramón Pau Mateo
Experto en comercio internacional