
Este mes de abril es clave para el futuro del transporte marítimo de mercancías. Después de experimentar un fuerte crecimiento a principios de siglo XXI, el estancamiento de la economía mundial ha llevado a muchas navieras a una situación límite, -la quiebra de la sexta naviera más importante del mundo, Hanjin Shipping, supuso un punto de inflexión-. Es por este motivo, que el sector ha empezado en los últimos años un proceso de alianzas para hacer frente a los retos inminentes.
Nuevas alianzas del transporte marítimo de mercancía
Sin ir más lejos, a principios de este mes se constituyó una nueva alianza: la Ocean Alliance, que desconfigura el resto de coaliciones que se habían establecido. Y es que hasta el momento, el sector del transporte marítimo de mercancías se había organizado en cuatro grandes alianzas (alianza 2M, alianza Ocean Three, alianza G6 y alianza CKYHE). Sin embargo, a partir de ahora pasaran a ser tres:
Ocean Alliance: De reciente creación, la unión de CSCL, CMA CGM, Evergreen y OOCL prevé cubrir las regiones de Asia-Europa, Asia y el Mediterráneo, Asia y el Mar Rojo, Asia y Oriente Medio, América del Norte-Asia y la costa este.
The Alliance: Alianza formada por las siguientes navieras; Hapag-Lloyd, Yang Ming, NYK Line y K Line. ‘The Alliance’ operará en las rutas globales entre Asia, Europa y los Estados Unidos. De momento, se ha firmado un acuerdo inicial de cinco años y comenzará a operar a partir de julio.
2M Alliance: Alianza formada por las dos grandes navieras a nivel mundial: Maersk y MSC, además de la naviera HMM. Está previsto que esta unión tenga una duración de tres años con posibilidad de prórroga.
De esta manera, se prevé que estas tres alianzas controlen y cubran más del 90% del transporte marítimo mundial.
¿Qué suponen estas alianzas para el transporte marítimo?
Con esta nueva situación, está claro que cada vez más, las decisiones estratégicas y comerciales se concentran en manos de unos pocos. Además, este nuevo escenario permitirá a las navieras compartir buques, infraestructuras y rutas comerciales, hecho que tendrá un impacto directo sobre los costes operacionales. Asimismo, las nuevas alianzas podrán ofrecer unos servicios más rápidos y con más frecuencia. Sin embargo, y por otro lado, estas alianzas supondrán un recorte de las opciones para las empresas.
Con todo, ahora tocará esperar para ver cuál es el impacto real de estas alianzas para el transporte marítimo de mercancías. Lo que está claro es que se abre un nuevo horizonte para el sector, que debe estar preparado para hacer frente y adaptarse a lo que venga.