Las mercancías perecederas son aquellas que en poco tiempo pierden sus propiedades y se deterioran bajo ciertas condiciones medioambientales (temperatura, presión, humedad…). Son productos perecederos, por ejemplo, los alimentos frescos como frutas y hortalizas, carnes, pescado y lácteos. También forman parte de este grupo las flores, los productos farmacéuticos, los congelados y algunos químicos. Al tratarse de productos de corta vida y/o especiales condiciones de conservación, el transporte internacional de mercancías perecederas exige unas medidas de seguridad y control específicas para que el producto llegue en perfectas condiciones al consumidor final.

Es por este motivo que, más allá de la normativa general de transporte de mercancías, este sector está gobernado por el Acuerdo sobre Transporte Internacional de Mercancías Perecederas y sobre Vehículos Especiales utilizados con esta finalidad más comúnmente conocido como ATP, aprobado en 1970 en Ginebra. El objetivo del acuerdo es que este tipo de mercancías lleguen en condiciones óptimas a su destino y que los transportes usados se acojan a la normativa que recoge el propio ATP.

Tipos de unidades para el transporte de productos perecederos

Según el acuerdo ATP, existen cuatro tipos de vehículos para el transporte de mercancías perecederas:

  • Unidad isoterma: construida con paredes, techo, puertas y piso aislante que limitan el intercambio de calor y frío entre el interior y el exterior.

  • Unidad refrigerante: unidad isoterma que contiene una fuente de frío que permite bajar la temperatura del interior de la caja hasta los -20º.

  • Unidad frigorífica: unidad isoterma con un dispositivo de producción de frío individual o colectivo que permite disminuir la temperatura de la caja y dejarla permanente entre -12º y -20º.
  • Unidad calorífica: unidad isoterma que permite elevar la temperatura de dentro de la caja, y mantenerla constante a un valor no inferior a 12º.

Medios de transporte internacional de mercancías perecederas

El transporte internacional de mercancías perecederas vía terrestre se efectúa en camiones refrigerados y siempre dentro de las fronteras de un mismo país (distancias más cortas). Una de las principales ventajas del transporte por carretera es que permite el servicio puerta a puerta a un coste muy económico.

Sin embargo, para recorridos más largos esta opción no es viable y se apuesta por el transporte de mercancías aéreo y marítimo. En el caso del avión se trata de una opción fácil y rápida, que permite que la mercancía llegue a su destino en un máximo de 48 horas. Así por ejemplo, las frutas, sobre todo las tropicales, y las verduras que consumimos en España provenientes de América Latina, nos llegan en avión y viceversa.

Respecto al transporte de mercancías perecederas vía marítima, éste se realiza en contenedores con temperatura controlada. El barco se utiliza principalmente para los productos congelados ya que no tienen fecha de caducidad, siempre y cuando se mantenga la cadena de frío, o para algunas frutas más resistentes, como los cítricos. En el caso de las frutas y las verduras dependerá de su maduración y del tiempo hasta su consumo. Normalmente, la fruta se recoge ‘verde’ y gracias a las condiciones de humedad y temperatura del buque, éstas van madurando durante el trayecto, llegando a su destino en perfecto estado para su consumo inmediato.

En Ibercóndor contamos con un departamento especializado en el transporte de mercancías perecederas por vía aérea y marítima, tanto exportación como importación. Estamos especializados en el manejo de esta tipología de producto, con una gestión de alta calidad, tanto operativa, como aduanera. Además, contamos con un equipo altamente cualificado, y con una experiencia de más de 20 años.

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