
Actualmente nos encontramos en un mercado globalizado, donde el flujo de mercancías es constante entre países. Por este motivo, es necesario determinar el origen de las mercancías, es decir, de los bienes importados o exportados, ya que es fundamental para la correcta aplicación de los Derechos Arancelarios de la UE, las medidas político-comerciales y el control de otros organismos de inspección en frontera.
Para la correcta aplicación de la liquidación de los derechos de aduanas, se deben considerar tres elementos: para la base imponible, el valor de aduanas; y para el tipo impositivo, la clasificación de la mercancía y su origen.
¿Qué es el origen de la mercancía?
El origen de la mercancía es el vínculo geográfico que une la mercancía con el país de origen (nacionalidad económica del producto). En la Unión Europea, se aplican las normas y reglas de origen a las mercancías importadas de países que no forman parte de la UE, así como a las que se exportan desde la UE.
Para establecer correctamente el origen de una mercancía se debe de tener en cuenta si ésta se ha obtenido completamente en un país o no. Para los productos en los que el proceso de fabricación se ha realizado en diferentes países, o bien se han utilizado una o varias materias que provienen de diferentes países, el origen se otorga siguiendo las reglas de origen correspondientes.
Además, para determinar correctamente el origen, debemos tener en cuenta los diferentes acuerdos preferenciales que la Unión Europea mantiene con numerosos países.
A nivel europeo diferenciamos entre dos tipos de orígenes:
– Origen no preferencial o de derecho común – Mercancías importadas de países con los cuales la Comunidad no mantiene acuerdos de preferencias arancelarias. Sirve para la aplicación del arancel aduanero común y las medidas de política comercial.
– Origen preferencial – Para los intercambios en el ámbito de los acuerdos preferenciales refrendados por la UE con terceros países y del Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG). Se utiliza para la aplicación de beneficios arancelarios.
Así pues, es importante determinar el origen de las mercancías para que el importador pueda beneficiarse de estos acuerdos preferenciales, que a su vez confieren un beneficio arancelario en forma de reducción o eliminación de aranceles.
Expedidor autorizado
Las empresas que cumplan las condiciones para que sus productos puedan ser considerados comunitarios, pueden solicitar este estatus de expedidor autorizado.
Para ello deberán cumplir con los siguientes requisitos:
- Efectuar exportaciones frecuentes a países con los que la Comunidad Europea tiene acuerdos preferenciales y en los que esté prevista la posibilidad del procedimiento simplificado de exportador autorizado.
- Los productos objeto de exportación deben cumplir las normas de origen y demás requisitos establecidos en el acuerdo preferencial correspondiente.
Contar con este estatus conlleva una serie de beneficios a las empresas que son expedidoras autorizadas:
- Exportar a países donde se necesita esta figura, como es el caso de Corea.
- Contar con más reconocimiento delante de la Agencia Tributaria, ya que se han tenido que certificar sus procesos.
- No es necesario cumplimentar el documento EUR1 para cada exportación. Así pues, al no necesitar la firma del EUR1 por parte de la aduana, los tiempos de despacho de exportación se reducen considerablemente, ya que en un 92% de los casos el canal es circuito verde.
- Declaración en la misma factura, para certificar el origen preferencial.
Desde Ibercóndor, a través de nuestra área de Consultoría, os podemos gestionar la solicitud para conseguir el estatus de expedidor autorizado o bien gestionar la reevaluación del origen con la aplicación de los nuevos requisitos del nuevo Código Aduanero de la Unión (CAU), para que os podáis beneficiar de todas las ventajas expuestas anteriormente.