Los impuestos especiales son tributos de carácter indirecto que se aplican sobre el consumo de determinados bienes o servicios (como por ejemplo el alcohol o los hidrocarburos). Son de carácter lineal sin relación con la renta disponible.
Los impuestos especiales tienen una aplicación específica ya que afectan solamente a un determinado grupo de bienes y servicios que, dadas sus características o efectos son elegidos por el gobierno o la autoridad tributaria para ser sujetos de un impuesto particular.
Características de los IIEE
Los impuestos especiales son:
- Indirectos: recaen sobre el consumo, que es una expresión indirecta de la riqueza de una persona.
- Reales: la obligación tributaria no se relaciona con la persona que paga, sino sobre el consumo del bien.
- Objetivos: no consideran las circunstancias particulares del sujeto que paga el impuesto.
- Instantáneos: se devengan en cada transacción
- Monofásicos: se grava solo una fase del proceso de comercialización.
Origen y objetivo de los IIEE
Los impuestos especiales tienen su origen en la antigua Roma, donde se aplicaban impuestos al consumo de vino y también al consumo de otros bienes considerados como lujosos.
Los principales objetivos que se persiguen con los impuestos especiales son los siguientes:
- Función recaudatoria, típica de todos los impuestos.
- Establecimiento de políticas directoras en otras áreas mediante la modulación de estos impuestos. Por ejemplo, el impuesto al tabaco o a los alcoholes como impuestos disuasorios para su consumo o los impuestos a la energía con fines de mejora de infraestructuras, políticas, energéticas o control del consumo para desplazar unas energías a otras.
Actualmente, los impuestos especiales tienen una denominación europea, que se traduce en la existencia obligatoria de estos impuestos en todos los países miembros de la UE para el tabaco, el alcohol y productos derivados, cerveza e hidrocarburos. Por su parte, en España contamos con impuestos especiales específicos sobre la electricidad y determinados medios de transporte.
Cómo se calculan los IIEE
Los impuestos especiales están regulados a nivel estatal por la Ley 38/1992. En esta ley, se define para cada impuesto el hecho imponible, todo lo que se incluya dentro la base imponible para el cálculo de cada impuesto y los tipos impositivos que se aplicarán a cada producto.
Los porcentajes de estos impuestos son muy variables, y pueden oscilar desde un 3-5% para los impuestos sobre la electricidad, a cerca de un 70% como ocurre con los impuestos especiales que se graban sobre las labores del tabaco.
La Agencia Tributaria es la encargada de recaudar los recursos generados por los impuestos especiales. No obstante, esto no quiere decir que los cobre directamente ella, sino que elige a un agente recaudador del tributo que no es necesariamente quien soporta la carga del pago.
Así, por ejemplo, en el caso de la electricidad, la mayor parte del pago del impuesto recae sobre los consumidores finales pero es la empresa que suministra la electricidad, la que se encarga de recaudar el dinero del impuesto y entrégalo a la Agencia Tributaria.