
Brasil, la séptima mayor economía mundial y con 200 millones de habitantes, supone un 40% del PIB de Latinoamérica. Sus expectativas de crecimiento a medio y largo plazo y su importante transformación social lo convierten en un país atractivo para la inversión. Por su abundancia de recursos naturales, Brasil se encuentra entre los principales productores mundiales de materias primas y productos básicos, y es uno de los principales socios comerciales de España de cara al transporte de mercancías.
Brasil es una apuesta clara de la Administración y de los empresarios españoles. Cada vez son más las empresas españolas que generan un mayor porcentaje de su facturación y beneficios en Brasil, afianzando una relación económica que tiene en los puertos unos aliados necesarios.
El flujo comercial con los países Latinoamericanos representó en 2015 el 8.86% del total de toneladas manipuladas en los puertos españoles. Según datos de Puertos del Estado, en los puertos españoles se embarcaron un total de 9,44 millones de toneladas con destino a América del Sur, de las que algo más de la mitad se descargaron en algún puerto de Brasil. En los puertos españoles desembarcaron un total de 35.06 millones de toneladas, de los que 14.13 millones procedían de Brasil.
Brasil se ha convertido en el principal socio comercial de España en Sudamérica, aunque la balanza comercial favorece claramente a Brasil, ya que exportó a España algo más de 14 millones de toneladas, principalmente mineral de hierro, habas de soja y piensos. Las importaciones de productos españoles a Brasil ascendieron a 4.89 millones de toneladas, y fueron principalmente productos químicos, cemento y gas natural.
Sin embargo, el país afronta actualmente serios problemas de orden político y socioeconómico, a los que hay que sumarle los relacionados con su capacidad logística y que lastran su competitividad en los mercados internacionales. En consecuencia, la logística en Brasil se ha convertido en un reto de altura. Es por este motivo, que el Gobierno ha lanzado la nueva etapa del Programa de Inversiones en Logística (PIL) para dar continuidad al proceso de modernización de la infraestructura nacional de transportes, siendo el desarrollo del transporte aéreo uno de los objetivos del Gobierno.
Cabe destacar que el tráfico marítimo de mercancías entre España y Brasil creció un 5.5% en 2015, con relación al año anterior. Los puertos movieron el 98.6% de las exportaciones de Brasil en 2015, y se prevé que este tráfico portuario crezca un 103% hasta 2042.
La principal puerta de entrada a Brasil para las exportaciones e importaciones de mercancías con origen o destino España es el puerto de Santos, considerado como la mayor terminal de contenedores de Latinoamérica. El comercio marítimo de mercancías entre el puerto de Santos y los puertos españoles tiene una fuerte relación a través del puerto de Algeciras, que mantiene una participación de casi el 54% del total, seguido por el puerto de Las Palmas, con el 18%.
Es importante destacar que la relación con los puertos de España va más allá del comercio marítimo ya que la CODESP (Compañía de los muelles del Estado de Sao Paulo) mantiene diversos acuerdos de cooperación con puertos españoles.
Además, el Puerto de Barcelona, colabora con los puertos de Inbituba, Vitoia y Sao Paulo, con el objetivo de implementar un modelo de trabajo, parecido a la marca Efficiency Network del Port, que permita analizar y detectar áreas de mejora.
Las obras para la ampliación del Canal de Panamá, así como en diversos puertos del subcontinente, podrían incrementar notablemente el flujo de mercancías procedentes de países y puertos de Latinoamérica, Brasil incluido, con destino a Europa. En este contexto, España, y los puertos españoles en particular, están llamados a desempeñar un papel clave en el futuro del transporte marítimo y la intermodalidad. Es por este motivo, que el principal objetivo de los puertos españoles a corto plazo es aumentar el crecimiento de los tráficos con Latinoamérica.
Por otra parte, la importancia de una Aduana es indudablemente un elemento clave para la facilitación del comercio. De hecho, el desarrollo del comercio internacional depende un 65% de las infraestructuras y un 35% de unas Aduanas eficaces, según informes del Banco Mundial.